Mi Opinión por Denia León
Mientras los principales medios de comunicación en Honduras se enfrascan en discusiones estériles sobre las eventuales “alianzas políticas” entre las debilitadas estructuras de los partidos tradicionales Nacional , Liberal y Libre que se supone que es el fiel de la balanza, se llega a la conclusión que esos esfuerzos son imposibles, mucho menos si interviene Salvador Nasralla con un partido político que carece de estructuras partidarias, por lo que se concluye, que estos no son más que desvaríos de perdedores que a nada conducirán.
Libre que se considera un partido emergente surgido después del golpe de Estado ocurrido en Junio del 2009, luego del repunte que tuvo y las simpatías que despertó, no ha logrado vencer los fraudes electorales por lo que sigue siendo considerado como un “apéndice” del Partido Liberal que requiere de esta alianza para que alcance el poder.
Y aunque algunos consideran a LIBRE la segunda fuerza electoral, últimamente debido a las fisuras que presentan sus estructuras partidarias a lo sumo, logra posicionarse como la tercera fuerza política en el país por lo que las expectativas de alcanzar el poder sin una alianza con otras fuerzas de oposición lucen remotas.
La Alianza de las fuerzas de Oposición sigue siendo considerada la única salida para frenar la “dictadura” del Partido Nacional en el poder el cual cumplirá este año 12 años consecutivos al frente tanto del Ejecutivo como del Legislativo y con el ascenso hace más de 7 años al poder de Juan Orlando Hernández, quién logró pese a los impedimentos de la Constitución de la República reelegirse, los nacionalistas no sólo controlan, esos dos poderes del Estado sino que también la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público y otras instituciones que se consideran importantes para mantener el balance de la débil democracia que exhibe este país .
Con los juicios sobre narcotráfico que se han ventilado en la Corte Federal del Distrito Sur de New York donde el hermano del actual Presidente conocido como Juan Antonio “Tony Hernández, ha sido sentenciado a una cadena perpetua más 30 años de prisión por delitos de narcotráfico, se ha terminado de ponerle una lápida a Honduras el cual ha sido bautizado por jueces, diputados y senadores norteamericanos como un “Narcoestado” lo cual según la perspectiva del gobierno de Joe Biden es lo que permite que se mantenga Honduras, en un estado de impunidad .
Sin embargo, muy poco se debate sobre los efectos que están teniendo estos juicios sobre narcotráfico en los Estados Unidos ni sobre el efecto que causa en la débil economía de Honduras la corrupción ni mucho menos se habla, de lo que está provocando en nuestra economía el ser aislado del concierto internacional especialmente en estos momentos donde la Pandemia del Coronavirus hace estragos en la salud de los hondureños que no pueden viajar a los Estados Unidos o a cualquier otro país que esté dispuesto a vacunar turistas o inmigrantes por lo que sólo queda esperar que ese letal virus no toque las puertas de los pobres e indocumentados..
Marginalmente se debate sobre la falta de medicamentos y oxígeno en los hospitales públicos que se encuentran prácticamente colapsados pero cuando menos se espera, el Presidente Hernández anuncia con “bombos y platillos” sobre la negociación de un nuevo convenio con el gobierno del Presidente Vladimir Putin lo cual renueva las esperanzas de los hondureños sobre una eventual donación y compra de la famosa vacuna rusa Sputnik V.
Y pasan al olvido las otras vacunas que supuestamente fueron negociadas pero que igualmente permanecen en un limbo mientras tanto, llegaron las vacaciones de Semana Santa y pese a que no hay medicamentos, ni hospitales habilitados ni oxígeno ni mucho menos vacunas, a la población el gobierno y la empresa privada, ç le incentiva a vacacionar en sus centros turísticos con el supuesto fin de lograr un desparrame de dinero que lo único que está produciendo es un desparrame del letal virus y más muertes en este pobre país .
Pese a que la vulnerabilidad de la población en torno a esta Pandemia y a la violencia que azota al país por el tema del narcotráfico, se pasa cada día de lo esencial a lo fútil y se continúa con toda esta parodia de las “alianzas políticas” para sacar a JOH del poder lo cual no es más que una farsa carnavalesca para taparle el “ojo al macho” mientras el gobierno avanza y negocia. Por su parte, las autoridades policiales y judiciales buscan otro “chivo expiatorio” para ofrecer un poco de sangre a la población ávida de justicia que exige que le expliquen “Dónde está el dinero? de las compras de los hospitales y otros insumos cuyos fondos, está demostrado que fueron dilapidados y enterrados en el cementerio de la corrupción.