Der Klassiker: un choque de estilos entre Borussia Dortmund y Bayern Múnich

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El clásico alemán entre el Borussia Dortmund y el Bayern Múnich se hace atractivo no solo porque reúne a las estrellas de la Bundesliga, sino porque enfrenta dos estilos de juego con componentes completamente distintos.

Para los gustos, los colores y los estilos de juego. Si es cierto es que en el fútbol no existen recetas absolutas del éxito. Los casos del buen manejo de los equipos se ven influenciados por la personalidad de su técnico, el buen ambiente y clima de trabajo, y por la calidad de sus jugadores. En los últimos años han sido los de Josep Guardiola, Jürgen Klopp, Thomas Thuchel o Jose Mourinho. Hoy por hoy, salta a la vista el artífice del éxito del Bayern Munich, el entrenador Hansi Flick.

Hablar de la competencia de Flick es hablar de la gran escuela del fútbol alemán que hay detrás. El estilo de juego del Bayern Munich sirve de modelo para toda una Bundesliga contagiada de la variabilidad táctica de los muniqueses. Aunque otros como el Borussia Dortmund defienden a capa y espada su tesis de la posesión. ‘Der Klassiker’ abrirá una nueva serie y sobre todo dará una nueva oportunidad a ambos modelos para imponer sus características y constatar el exitoso prototipo de fútbol moderno.

Bayern Munich: el juego omnipresente

Los instrumentos musicales de una orquesta pueden ser de la mejor marca, o en este caso, pueden ser los mejores jugadores con la mejor calidad técnico-táctica de la Bundesliga. Pero no sirve de nada reunir a los mejores si no pueden sincronizar las melodías y si falta convicción en el conocimiento del repertorio. Esa era la cadencia musical de los bávaros cuando estaba al mando Niko Kovac: tenue y sin vida.

Niko Kovac, extécnico del Bayern Múnich Niko Kovac, extécnico del Bayern Múnich

En términos futbolísticos: el Bayern Munich abría su juego y se hacía previsible jugando balones rectos entre líneas y movilizando el balón desde la banda hacia la otra, debido al marcaje del rival, en forma de U: el extremo en su intención de salir a buscar una aventura por la banda asegura el balón enviándolo para el lateral, que termina siendo una víctima de la presión alta, y la despacha hacia al arquero, que sin más remedio le toca transportarla hacia la otra banda para abrir los espacios. La progresión del juego de los campeones europeos era casi que nula y demasiada predecible para hacer efectivo el robo de balón por parte del rival.

Bajo Hansi Flick, el equipo ha hecho unos cambios estructurales partiendo desde la fase de iniciación ya mencionada, y que ante todo, les ha dado las ventajas posicionales y de los espacios para asegurar el balón en el corazón del campo, y en ese sentido, hacer y deshacer en la fase de finalización. Es decir: la línea de cinco jugadores ofensivos se posiciona de tal manera que obligue a la defensa rival a andar con cuatro ojos. Los rivales pierden las referencias en el centro del campo por tener que cuidar los posibles desmarques de jugadores como Lewandowski, Sané o Gnabry. ¿Se dejan caer o atacan con una diagonal el área? Un acertijo que les toca resolver a los defensas.

Lucien Favre: un estratega controvertido Lucien Favre: un estratega controvertido

Borussia Dortmund: el dominio y la seguridad ante todo

El técnico del Dortmund, Lucien Favre, puede hacer algunas concesiones, pero por nada del mundo negocia su estilo de juego. Para muchos espectadores su propuesta es menos atractiva pero que se adapta a la clase de jugadores que tiene el Dortmund. El suizo convive entre el amor y el odio de los fanáticos. Afortunadamente, las últimas actuaciones le ayudan a capear el temporal de inconstancia en el rendimiento de los aurinegros.

El 4-4-2 le trajo más problemas que satisfacciones en la temporada pasada: la línea defensiva se establecía en la mitad de la cancha dejando abundantes espacios atrás. La doble línea de cuatro simétrica facilitaba a los rivales que estaban entre esas dos líneas, que recibieran balones, y que con tiempo y espacio se giraran libremente para cumplir su cometido. El perfecto posicionamiento lineal de la zaga y los mediocampistas le provocó la rigidez en su sistema, y le terminó permitiéndole a los rivales colarse por los huecos centrales.

El clásico será un choque de dos estilos El clásico será un choque de dos estilos

En noviembre del 2019, Favre se decantó por el 5-4-1, que le ofrece ciertas ventajas: los espacios son más cerrados en el centro entre la doble línea, y atrás no hay más margen de error ni espacios para que los rivales se cuelen gracias a la última línea de tres y el arquero. El sistema plantea densidad a lo ancho pero no a lo largo. El esfuerzo para llevar el balón destino a puerta contrario es más grande y el camino más largo, por eso el BVB apuesta por el juego de posesión y se decanta por las opciones seguras para pasar el balón. Ya metidos en momentos de intensidad del partido, los defensas tiran balones largos que quedan en balones divididos y que se resuelven únicamente con la calidad técnica de sus jugadores. De allí en adelante, los rebeldes juveniles del Dortmund campan a sus anchas y logran hazañas.

Un clásico en el que se pondrán en escena los dos modelos de juego que disputan la cima de la tabla de la Bundesliga. Pero sí hay algo que está por encima de estrategias, táctica e incluso de plantillas costosas, es el voraz deseo de ganarlo todo y de las incansables ganas, y eso hasta ahora, lo ha demostrado el Bayern Munich.

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