Mi Opinión.
Este podría ser un paralelo sobre la historia que plasmó Frida Khalo pintora mexicana, en una de sus pinturas. Decía Kahlo que le había puesto “piquetitos” a su pintura porque era la historia de un hombre que había acuchillado a su esposa en repetidas ocasiones pero cuando le preguntaron sobre el asesinato cometido, dijo que sólo eran “piquetitos” los que le había dado en un afán de minimizar su delito.
Según el ex mandatario Porfirio Lobo su esposa Rosa Elena de Lobo cuando fue primera dama de la nación sólo tomó un “piquetito” de la donación de Taiwán, el resto lo regresó a Casa Presidencial. Entonces queda la interrogante quién y cómo se gastaron los cinco millones restantes? Acaso acepta ingenuamente el ex mandatario que su esposa malversó los otros siete millones provenientes de dicha donación ?.
No cabe duda que este juicio contra la ex primera dama de la nación, es aparentemente irrefutable y viene a sentar un precedente en la historia de la corrupción en Honduras, pero tampoco podemos caer en un circo romano donde se le da sangre al pueblo indignado para aplacar su malestar por la impunidad y la corrupción que a lo largo de la historia ha existido en el país.
La presunción de inocencia es inherente al Estado de Derecho y no creo que por grave que sea el delito, la ley prohiba que un esposo o sus familiares más cercanos, se les niegue el derecho a estar cerca de los encausados porque eso luce a leyes arbitrarias.
Independientemente del grado de culpabilidad de los imputados, considero que todos tienen derecho a juicios justos y a la presunción de inocencia y aunque el pueblo clama por justicia expedita no deberíamos convertir estos casos en circos romanos donde se sacian los inconformes hasta que la sangre se derrama en la arena de los juzgados.
Por otro lado, me es difícil comprender porqué a una persona que ha cometido un delito se le incautan no sólo los bienes adquiridos durante su función pública sino que también se aprovechan para incautarles los bienes adquiridos a lo largo de toda su vida que en algunos casos, no tienen ninguna relación con el delito cometido.
Combatir la corrupción e impunidad es imperativo en nuestro país pero convertir los juicios en un circo romano sólo podría contribuir a tirar un manto de impunidad sobre los que tienen poder y dinero para librarse del brazo de la justicia.
Denia León
Publicado por La Tribuna.
“La cuenta es de ella y los doce millones fue lo que quedaba pendiente de ejecutar de lo cual se ejecutó todo lo que quedaba pendiente, una vez que se ejecutó siete de los doce famosos, quedaron cinco millones y esos cinco millones se devolvieron a Casa Presidencial; no hablemos de doce, hablemos de siete que se ejecutaron en Casa Presidencial”.
Así se expresó ayer el expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) al presentarse sorpresivamente al Juzgado Penal con Competencia Nacional en Materia de Corrupción, cuando eran las 8:30 de la mañana, media hora antes del ingreso de su esposa, la exprimera dama de la nación, Rosa Elena Bonilla Ávila, quien enfrenta una acusación por siete delitos de malversación de caudales públicos, lavado de activos y asociación ilícita, por la presunta apropiación de más de 16 millones de lempiras de fondos destinados a obras sociales del Despacho de la Primera Dama en Casa Presidencial, en el caso denominado “Caja Chica de la Dama”, según la Unidad Fiscal Especial Contra la Impunidad de la Corrupción (UFECIC), adscrita al Ministerio Público y a la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH).
La esposa de Bonilla Ávila se presentó al juzgado, siempre con ese rostro afable y la sonrisa que le ha caracterizado cuando lo abordaba el “enjambre” de periodistas que esperaban los acontecimientos, en uno de los casos más sonados y de alto impacto.
Lobo Sosa atendió a las preguntas de toda la prensa, unas directas y otras más afables sobre la situación que enfrenta su familia, a consecuencia de las imputaciones contra su compañera de hogar, que permanece recluida en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), situada en Támara, Francisco Morazán.
“El abogado defensor debe tener toda la documentación para presentarla al juzgado y acreditarla”, precisó el exgobernante, quien al ser abordado con la pregunta si cree que su señora saldría libre dijo que “hoy no se sabe mucho, en todo esto hay mucho ingrediente famoso, lo que le gusta a los amigos, es el show mediático”.
Dijo que “igual que le pedí cuando fui presidente que me levantase del suelo, hoy y todos los días, a Dios le pido que me de fortaleza y sabiduría y él me la está dando porque mi esposa tiene un problema hoy, es madre de tres hijos, el menor de 14 años, qué más que pedirle a Dios que me ayude a estar fuerte para poder atenderlo y agradecer la cantidad de amigos y amigas que han sido solidarios. En la vida se pasan pruebas”.
Al ver la presencia del expresidente, la orden de la juez que juzga este caso emblemático fue expulsar al expresidente Lobo Sosa del tribunal.
“CUIDE A MIS HIJOS”
“Hoy pude saludarla, pude darle un beso, como siempre se los he dado” expresó Lobo Sosa sobre el breve encuentro con su esposa en el tribunal, de donde fue expulsado por la juez anticorrupción.
“Me dijo que le cuide sus hijos y lógicamente yo se los cuido” y seguidamente, acotó que “vine a la audiencia inicial para estar con mi esposa, compartimos tres hijos”.
“Vine a acompañarla, la jueza me expulsó de la sala, ni modo, así es. Lo más importante para mí es haber estado con ella, expresarle que estoy como dicen viendo esto con mucha serenidad y con Dios al lado que me da mucha fortaleza y vamos a estar pendientes de ella, como siempre hemos estado”, dijo.
Con su sonrisa, simpatía y humildad que caracteriza al exmandatario nacionalista estuvo rodeado y abordado por los periodistas nacionales e internacionales, que estaban al pendiente de la llegada a la sala de audiencia de la imputada.
“Vengo a acompañar a mi esposa y esperando que se haga justicia, a quien le pido imparcialidad y equidad nada más”, manifestó también el expresidente olanchano, quien afirmó que cree en la inocencia de su señora.
“Como deber de esposo y la madre de mis hijos, vengo a darle el respaldo como padre de sus hijos, veamos que pasa hoy”, precisó.
Porfirio Lobo Sosa al abandonar el tribunal, tras la orden de la juez.
EXPULSADO DE LA SALA
Sin fundamento, dijo el defensor de la exprimera dama, Julio César Ramírez, el expresidente Porfirio Lobo Sosa tuvo que soportar ser expulsado de la sala del tribunal por la jueza Vera Antonia Barahona, y a eso de las 10:00 de la mañana tuvo que abandonar la sala porque estaba retrasando la audiencia. Un poco triste, debido a la decisión arbitraria de la jueza se retiró de la sala.
Rodeado de su seguridad y junto con su apoderado legal, el expresidente Lobo dejó claro que “creo en la inocencia de mi Rosa; lo que ella debe enfrentar es un proceso administrativo para rendir cuentas de los fondos públicos que manejó”.
Agregó que “todo lo hizo en forma correcta durante el desempeño de sus funciones como Primera Dama de la Nación”.
Al consultarle sobre la situación anímica de doña Rosa dijo que “ella está triste, es una madre y está preocupada por sus hijos, yo también salgo triste porque no permitieron que la acompañara durante la audiencia”.
“Ellos están equivocados, pues mi esposa no necesita hacerse cirugías y ella siempre ha tenido una cuenta personal, de ella, es la cuenta del Despacho de la Primera Dama de la Nación y eso siempre ha sido así”, sostuvo el expresidente luego de sostener un breve encuentro con su esposa al interior del juzgado.
Después de brindar amplias declaraciones el exmandatario abandonó la sede de los juzgados, en la colonia Alameda.
“Lo que ella tiene que hacer es rendir cuentas de los dineros del gobierno que recibió. En la cuenta de la Primera Dama se manejaban donaciones de países amigos, donaciones particulares y de actividades que se desarrollaban”, declaró.
“Lo que ella tiene que hacer es ir al Tribunal Superior de Cuentas (TSC) cuando la llamen para que le revisen sus cuatro años de gestión, como Primera Dama, en los fondos del Estado que manejó”, planteó Lobo Sosa.
Aclaró que “el despacho de la primera dama no es parte de la estructura del Estado y Casa Presidencial es la que audita la forma en que se utilizaron los fondos”.
Asimismo, descartó que el Partido Nacional tenga que ver en la situación que atraviesan ahora.
El pasado 28 de febrero la exprimera dama fue detenida en su residencia, situada en la aldea El Chimbo, de Santa Lucía. Un contingente de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y los tres fiscales de la UFECIC se presentaron a la casa del expresidente Lobo Sosa, a las 6:00 de la mañana para realizar la detención y los allanamientos de morada.
El expresidente ingresó fuertemente custodiado y hubo que abrirle paso entre periodistas y mirones.
Lobo Sosa les abrió la puerta a los agentes, quienes le informaron la misión que se encontraban realizando y la situación de su señora. “Ellos fueron muy respetuosos, están cumpliendo con la ley, no puedo decir otra cosa que no es”, declaró el expresidente a la prensa.
A las 8:30 de la noche, en una caravana de vehículos, Rosa Elena Bonilla Ávila fue detenida en su casa e inmediatamente, la trasladaron al edificio de la ATIC, en la tercera avenida de Comayagüela.
Ahí fue informada del requerimiento que se le presentó un día antes y luego la trasladaron a la sede de la Policía Nacional, en el barrio Los Dolores, antes de presentarla en el Juzgado Penal con Competencia Nacional en Materia de Corrupción, donde compareció en audiencia de imputada.
Al darle detención judicial, la juez determinó que la exprimera dama fuera trasladada a la PNFAS, en Támara, donde ha permanecido tres noches esperando someterse al proceso judicial que es objeto.
TRAS LA EXPULSIÓN DE PEPE: “Nos sentimos atropellados”
Julio César Ramírez denunció el atropello a su clienta al no permitir la presencia en la audiencia de su esposo.
El apoderado Legal de la exprimera dama, Rosa Elena de Lobo, Julio Ramírez, lamentó que no le permitieran estar durante la realización de la audiencia inicial al expresidente Porfirio Lobo Sosa.
A su criterio, “las audiencias iniciales, son públicas y en este momento nos sentimos atropellados, porque la presencia del esposo de la señora Rosa Elena Bonilla no se le quiere permitir estar en la audiencia”.
“Me parece que es un sistema donde no estamos aplicando el derecho, como debe ser y el debido proceso como corresponde y es importante que la opinión pública sepa, que no se están cumpliendo las normas mínimas del juicio y eso es algo lesivo al sistema del debido proceso y de la justicia en cualquier país del mundo”, dijo.
“Si hay igualdad para otras personas, no hay justificación, es el esposo de ella y aquí no es cuestión de lo que fue en algún momento del 2010- 2014 y obviamente es una grosería”, comentó.
ROSA HELENA DE MARTÍNEZ: “No hay fundamento jurídico para expulsar al esposo de la imputada”
Rosa Helena Bonilla de Martínez.
“Parte de los principios constitucionales que rigen el proceso penal es la publicidad del acto, no es solo para las partes sino a todos las personas que puedan ingresar a las audiencias. No hay fundamento jurídico para que expulsar al señor Porfirio Lobo Sosa, esposo de nuestra clienta”, expresó la defensora de la exprimera dama, Rosa Elena Bonilla de Lobo, Rosa Helena de Martínez.
“El esposo de la imputada tiene el derecho de permanecer dentro de la sala y a ser parte de la publicidad, pero sin fundamento jurídico alguno, fue expulsado de la sala, por la juez, sin saber nosotros porque razón lo hizo”.
“Él tenía todo el derecho de estar adentro, la expulsión se dio de manera irregular, tenía el derecho por ser el esposo, en primer lugar, y, en segundo, por ser parte del acto procesal que permite que unas personas puedan estar en la sala”, indicó.
“(La jueza) No alegó ninguna circunstancia jurídica posible para la expulsión solo dijo que a criterio de ella no estaba legitimado él dentro de la sala, acción que no compartimos. Se violentaron los derechos humanos, constitucionales y procedimentales, el proceso penal se rige bajo la norma de la publicidad del acto”, defendió.
“Nosotros solicitamos que esta violación del principio constitucional constar en el acta para hacer ejercer los derechos constitucionales con posterioridad”, señaló.
El Código procesal penal en su artículo 308 detalla que los juicios y las audiencias son públicas y la única manera para restringir la publicidad es por asuntos de intimidad, de seguridad y otros que establece la misma norma.
RAÚL SUAZO BARILLAS: “Es lamentable que jueza no justifique la expulsión del expresidente Lobo”
Raúl Suazo Barillas.
Raúl Suazo Barillas, abogado defensor del cuñado de la exprimera dama, lamentó que la expulsión del expresidente de la República, fuera sin justificación alguna por la juez.
“Nos preocupa la actitud de la juez al expulsar al expresidente Lobo Sosa, porque siempre hemos sabido que estos jueces han sido seleccionados, a través de su comportamiento e idoneidad, por la MACCIH y el CNA, son personas recomendadas por ellos y pareciera que están interesados en favorecerlos a ellos, en cuanto al accionar en un juicio oral y público”, expresó.
“Es lamentable que la jueza no justificara la expulsión del expresidente Porfirio Lobo Sosa, esposo de la señora Rosa Elena de Lobo, un personaje que ha sido no solo presidente de la República, sino también presidente del Congreso Nacional y que haya sido sacado sin ninguna justificación”, precisó.
“Eso merece reproche, hay que ser honestos y aparentarlo, demostrar que no hay una parcialidad a favor de uno para desfavorecer a los otros, el artículo 308 y 309 del Código Procesal Penal establece quienes no pueden estar presentes en una audiencia, finalizó Suazo Barillas. (Xiomara Mairena).
