Tegucigalpa – El viceministro de Salud, Nery Cerrato, reconoció que el proceso de adquisición, instalación y funcionamiento de los sisete hospitales móviles para la atención de la pandemia de la COVID-19 ha sido “tortuoso”.
En ese sentido, justificó el nombramiento del doctor Fredy Guillen como viceministro de Salud, para que sea el encargado del asunto de los siete sanatorios comprados a un intermediario.
“Queremos que haya la prestancia y la celeridad en ese proceso que ha sido demasiado tortuoso, complejo y difícil”, dijo Cerrato.
Aseveró que pese que los hospitales móviles no funcionen a su totalidad, hay 31 centros hospitalarios a nivel nacional que brindan su máxima capacidad en la atención de pacientes.
Asimismo, negó que los hospitales públicos estén colapsados, aunque aceptó que están siendo presionados por la llegada de una buena cantidad de pacientes.
El funcionario de salud celebró que el comportamiento de la pandemia en el departamento de Cortés vaya a la baja, y anhela que esa situación ocurra en la ciudad de Tegucigalpa.
Finalmente, Cerrato recomendó que para controlar el comportamiento del virus se deben realizar acciones simultáneas como el equipamiento en los hospitales, la ciudadanía aplique las medidas de bioseguridad y una vacunación masiva. (ag)
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