Dos personas murieron este lunes en Bagdad alcanzados por granadas lacrimógenas de la policía durante protestas contra la falta de servicios públicos, convirtiéndose en las primeras víctimas mortales por manifestaciones bajo el nuevo gobierno de Irak.
El primer ministro iraquí, Mustafa al Kazimi, ordenó este lunes una investigación de esas muertes, ocurridas en la plaza Tahrir, donde los manifestantes quemaron neumáticos, en tanto otros bloquearon carreteras en sus cercanías.
“Los jóvenes que se manifiestan ejercen un derecho legítimo y las fuerzas de seguridad no tienen ninguna autorización para disparar, aunque sea una sola bala, hacia nuestros hermanos los manifestantes”, dijo el gobernante en un discurso televisado.
Llegado al poder a principios de mayo, al Kazimi prometió iniciar un diálogo para responder a las reivindicaciones populares.
El movimiento de protesta, iniciado en octubre de 2019 para denunciar la corrupción y reclamar empleos, servicios que funcionen y la caída del gobierno, se vio eclipsado a principios de año por el aumento de las tensiones entre Estados Unidos e Irán que casi terminan en un conflicto abierto en Irak.
La revuelta, que comenzó en la plaza Tahrir, duró varios meses y se saldó con más de 550 muertos, 30.000 heridos y varias decenas de militantes asesinados o secuestrados.
Defensores de los derechos humanos acusaron por entonces a las fuerzas del orden de utilizar granadas lacrimógenas de tipo militar diez veces más potentes que en otras partes del mundo para apuntar directamente al rostro de los manifestantes.
Los dos manifestantes que murieron este lunes fueron alcanzados “en la cabeza y en el cuello” por disparos de esas granadas, indicaron médicos a la AFP.
– Llamado a manifestar –
Sus restos fueron transportados en un cortejo fúnebre en la plaza Tahrir por decenas de personas que reclamaron “justicia” para las víctimas, en tanto lanzaron llamados a manifestar por la tarde.
AFP / Ahmad al Rubaye
Restos de una barricada con basura y objetos de metal quemada durante los disturbios de la noche anterior en la plaza Tahrir, el 27 de julio de 2020 en Bagdad
El domingo se registraron movilizaciones en Bagdad y varias ciudades del sur del país para denunciar la falta de electricidad, un servicio público que solo se brinda unas horas por día actualmente, cuando las temperaturas superaron los 50º C en Irak la semana pasada.
El fin de semana, cientos de manifestantes tomaron por asalto la oficina local de la compañía pública de electricidad en Nasiriya (sur), y otros protestaron delante de la gobernación en Babilonia, al sur de Bagdad, según corresponsales de la AFP en esos lugares.
Kazimi y su gobierno se comprometieron al asumir a esclarecer las muertes de la revuelta y hechos de violencia.
Pero en las redes sociales muchos internautas acusan al gobierno de reproducir la represión de sus predecesores.
Un dibujo muestra por ejemplo al exprimer ministro Adel Abdel Mahdi, con las manos ensangrentadas, entregando granadas lacrimógenas a Kazimi. Mahdi se vio forzado a renunciar por la presión popular.
– “Lamentables incidentes” –
Al referirse a los enfrentamientos nocturnos, el portavoz militar del jefe de gobierno habló de “lamentables incidentes” para los cuales “está en marcha una investigación”. El vocero no mencionó a las víctimas.
“Frente a las provocaciones, las fuerzas de seguridad intentan no recurrir a medios violentos a menos de verse forzadas”, agregó en un comunicado.
Por su parte, la misión de la ONU en Irak alabó “la voluntad del gobierno de investigar” y pidió que se “proteja de forma incondicional […] el derecho de los iraquíes a manifestarse pacíficamente”.
Si bien el movimiento de protesta es uno de sus principales desafíos, el gobierno enfrenta también otro gran reto: los cohetes que desde octubre se lanzan regularmente contra los intereses estadounidenses en el país.
El lunes por la noche, tres cohetes impactaron en una base de Taji, al norte de Bagdad, que alberga un contingente estadounidense.
Los artefactos impactaron en un helicóptero militar iraquí y una fábrica de cañones, precisó una fuente de seguridad a la AFP, que precisó que los tiros se registraron en un barrio del sur de Bagdad, donde están asentadas varias facciones pro-Irán.
AFP Noticias en Español.
