Resiliencia o Indiferencia?
Honduras aunque está catalogado entre los países de Ingresos Medio-Bajo o sea entre los que perciben ingresos que oscilan entre 1000 y casi 4000 dólares al año por persona, ocupa una de las últimas cuatro posiciones a nivel Latinoamericano.
Así mismo, este país, es uno donde la desigualdad es mayor a nivel centroamericano, ocupando el cuarto lugar entre los últimos en América Latina lo cual se refleja en sus bajos salarios por lo que no es de extrañar que estos en el 2003 ocupaban la cuarta posición entre los más desiguales y en el 2013 pasó a ocupar la primera posición lo que lo hace, uno de los países más desiguales de Latinoamérica y el más pobre a nivel Centroamericano.
Y aunque para algunos los bajos ingresos, los bajos niveles de empleo y la desigualdad en la repartición de los ingresos así como los constantes impuestos que se le aplican a los hondureños tanto municipales como estatales pudiera convertirse en un detonante que haga estallar una revuelta similar a la de Nicaragua, todo indica que eso es muy improbable que ocurra por el control mediático que tienen los gobernantes de turno sobre los principales medios de comunicación del país.
Las redes sociales aunque en otros países juegan un papel preponderante, en Honduras no concita a la ciudadanía a organizarse contra los excesos de la clase política gobernante pues si bien es cierto, la ciudadanía la utiliza en una buena parte para desahogarse o denunciar los excesos que se generan de la corrupción y concentración del poder, generalmente es utilizada para publicar la vida privada de sus usuarios o chatear con sus familiares y amigos.
Lo anterior se refleja en las débiles manifestaciones callejeras de una población supuestamente inconforme lo que nos hace pensar que tal apatía también obedece a la carencia de liderazgos o a que los existentes, han sido corroídos por el tiempo y la corrupción .
Para algunos esto no es más que resiliencia o sea capacidad de la población hondureña para adaptarse a condiciones adversas para otros es simplemente indiferencia.
Denia León