Mi Opinión.
Existe escepticismo sobre el Diálogo emprendido por el Presidente Juan Orlando Hernández y la mediación de la ONU para encontrarle solución a la Crisis Política que se desató en Honduras a raíz de las elecciones presidenciales celebradas el 27 de Noviembre del 2017 .
Aunque se ha logrado contar con la presencia del Partido Liberal y de representantes del PINU -SD y del ex candidato presidencial Salvador Nasralla la no presencia de representantes del Partido Libertad y Refundación (LIBRE) liderado por Manuel Zelaya Rosales hace pensar, que esta segunda fuerza electoral en el país, continuará manifestándose en las calles en una franca oposición al gobernante y al Partido Nacional en el poder.
La ONU ha comenzado las negociaciones entre los representantes del Partido Nacional y de las demás fuerzas políticas en oposición exceptuando claro está al Partido Libertad y Refundación (LIBRE) , comenzando por el tema de los derechos humanos que incluye el informe emitido por ese organismo internacional después del proceso electoral así como el establecimiento de protocolos a utilizar en caso que las manifestaciones se tornen violentas.
Además del tema de los Derechos Humanos, los personeros de la ONU han abordado colateralmente el asunto de los mediadores del diálogo centrando su atención sobre el Reglamento que se deberá elaborar para tal efecto y aunque no se han dado nombres, se conoce de algunos ex presidentes de tendencia centro izquierda y otros centro derecha que pudieran ser invitados a coordinar el mismo.
Pero en este diálogo, aún permanece la eterna interrogante sin resolver planteada por Nasralla quien es contundente al afirmar que el tema central del diálogo debería ser el denominado “fraude electoral” mientras que el ex presidente Manuel Zelaya Rosales, Coordinador de la Alianza de Oposición y de Libre, ha sido contundente al señalar que Honduras, es un “ámbito no apropiado” para la búsqueda de la verdad porque existen posiciones contrapuestas y al igual que Nasralla, apoya la tesis que ” se tienen pruebas de haber ganado las elecciones” por lo que aboga por el establecimiento de un diálogo “sin trampas” rechazando”toda estrategia divisionista y mediatizadora” que a su juicio, es emprendida por el gobierno de Honduras y avalada por la ONU.
Nasralla al parecer espera que la ONU intervenga a su favor y le otorgue la razón al traspasarle la presidencia de la República mientras que Mel que conoce cómo funciona la diplomacia internacional, se niega a participar en este diálogo hasta que se aclare quién será el coordinador y en qué ámbito se dará el mismo .
Juan Orlando Hernández por su parte, después de recibir el reconocimiento internacional como presidente constitucional de Honduras no está dispuesto a iniciar un diálogo cuyo tema central sean las cuestionadas elecciones o asuntos de ilegalidad en torno a su reelección por lo que sus representantes, se muestran anuentes a abordar cualquier tema incluyendo el escabroso asunto de los derechos humanos o el otorgamiento de mayores prebendas económicas a la élite empresarial siempre y cuando, no se aborde el cuestionado tema del fraude electoral por lo que se avisora un diálogo “entre sordos” o un diálogo superficial condenado al fracaso político y social .
Denia León.
Diálogo de Sordos.
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