“Los altos mandos de la Policía Nacional nuevamente se encuentran en el “Ojo del Huracán” mientras la Comisión Depuradora alega ignorar tales noticias”. Denia León
Publicado por el Nuevo Herald
POR CHRISTOPHER SHERMAN, MARTHA MENDOZA Y GARANCE BURKEA ssociated Press
segundo por la derecha en la fila de atrás), durante la ceremonia de cambio de mando entre el nuevo jefe de la policía nacional, José David Aguilar Morán
CIUDAD DE MÉXICO
Cuando José David Aguilar Morán asumió la semana pasada como nuevo jefe de la policía nacional de Honduras, prometió continuar la depuración de su corporación, manchada en distintos momentos por casos de corrupción y complicidades con los carteles de las drogas.
Sin embargo, un informe confidencial del gobierno de Honduras obtenido por The Associated Press dice que el propio Aguilar ayudó en 2013 al líder de un cartel de las drogas a concretar la entrega de un importante cargamento de cocaína.
El cargamento de 780 kilos (1700 libras) de cocaína estaba escondido en un camión cisterna que, según el informe, era escoltado por agentes corruptos hasta la casa de Wilter Blanco, un narcotraficante que recientemente fue condenado en Florida a 20 años de prisión.
Aguilar era en aquel momento el jefe de inteligencia de la Policía Nacional e intervino luego de que uno de los agentes que custodiaba el cargamento fue detenido por un policía de rango menor, señala el informe. El agente, detenido y esposado, llamó a Aguilar, quien dio la orden de liberar al agente y al camión, de acuerdo con el informe.
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El valor de la cocaína en las calles de Estados Unidos habría sido de más de 20 millones de dólares.
El incidente plantea dudas en torno a la depuración de policías corruptos que según las autoridades de ese país han hecho y a la confiabilidad del gobierno del presidente Juan Orlando Hernández, considerado un aliado clave de Estados Unidos en la guerra contra el narcotráfico.
El viernes, Omar Rivera, miembro de una comisión especial que ha dicho haber depurado a más de 4.000 miembros de la Policía Nacional por distintas causas, incluida corrupción y retiros voluntarios, ofreció una conferencia de prensa junto a un vocero de la Policía Nacional.
Según dijeron, la Policía Nacional no tenía un documento que correspondiera al número de reporte de la AP, algo que el vocero de la policía, Jair Meza, ya había dicho a la AP el 15 de enero.
Autoridades del gobierno han tenido dificultades en años recientes para localizar información en los archivos policiales. Miembros de la comisión del gobierno, Rivera incluido, han dicho públicamente que desde que empezaron su trabajo en 2016, los archivos del Ministerio de Seguridad estaban en desorden y que algunos oficiales de policía asignados a esos documentos han trabajado para desaparecerlos o eliminar detalles incriminatorios de ellos.
Rivera dijo que la comisión volvería a poner atención en Aguilar, el subjefe de la policía y el nuevo inspector general del mismo organismo. “A partir de hoy mismo serán sometidos a un proceso riguroso de re-evaluación que demuestre su idoneidad para los cargos que ostentan.”
Al jurar como nuevo jefe de la policía, la prensa local informó que Hernández dijo que Aguilar fue elegido por ser una persona de “la mayor confianza” y que dirigirá “una Policía Nacional que se convierta en referente en la región”.
“Estamos en un proceso de transformación de la Policía Nacional, con una enorme inversión de recursos financieros”, expresó el presidente.
Aguilar, de 54 años, prometió inculcar a sus agentes la noción de que deben “cumplir y hacer que se cumpla la ley”, según versiones de la prensa local.
Cuando se le preguntó por el incidente de 2013, el gobierno de Honduras envió a la AP un largo comunicado diciendo que el informe es falso y no constituye “una comunicación oficial de la Policía Nacional”. La AP no compartió el documento con el gobierno por cuestiones de seguridad, pero describió el contenido.
El gobierno también señaló en su comunicado que las denuncias contra la cúpula policial “carecen de veracidad” y que los medios de comunicación deberían verificar la información antes de lanzar “primicias falsas”.