Cotidianas las fugas en cárceles de Honduras

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Tegucigalpa – Las fugas en cárceles para adultos, así como de correccionales de menores es un hecho cotidiano en Honduras, pese a las reiteradas medidas que toman los cuerpos de seguridad del Estado.

– El 2019 cerró con dos masacres en igual número de cárceles -Tela y El Porvenir- con saldo de más de 40 muertos.

– En mayo de 2017 se reportó la fuga de 22 miembros de pandillas de la cárcel de Támara. La mayoría fueron recapturados meses después, pero no se dedujeron responsabilidades.

La misteriosa fuga esta semana de seis reclusos de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, ubicada en Támara, periferia de la capital hondureña, de nuevo aviva el debate sobre la seguridad en el sistema carcelario.

El Instituto Nacional Penitenciario (INP), intervenido por una comisión militar desde diciembre de 2019 cuando en dos masacres se registraron más de 40 muertos, desconoce los detalles de la “desaparición” de los privados de libertad.

Los reos prófugos responden a los nombres de Melvin Orlando Machado, José Ismael Bardales Santos, Gerson Omar Moncada, Julio César Alvarado, Cristian Alexis Montoya Lazo y Roger Ismael Murillo Marquina, todos reos comunes, es decir que no pertenecen a maras o pandillas.

Fuga de 22 pandilleros de Penitenciaría de Támara

Como ocurre en este tipo de sucesos, se investiga la posible colusión de agentes penitenciarios. En otras oportunidades, como en 2017 cuando se fugaron 22 miembros de pandillas, tampoco hubo deducción de responsabilidades.

Investigan a custodios

El coronel del Ejército, José González Maradiaga, interventor del INP, dijo que personal carcelario está bajo investigación por parte de las agencias que tiene el país y de tener algún grado de responsabilidad, serán requeridos en su momento para rendir cuentas de acuerdo a la falta que cometieron.

Sostuvo, que no se descarta la participación del personal en la fuga de seis privados de libertad de la Penitenciaria Nacional, “se está trabajando en la depuración del personal y todo va a ser investigado y sancionado en su debido momento. Para poder hacer un requerimiento primero hay que consolidar un proceso de investigación para tener la evidencia y poder ser requeridos de la debida forma.

El coronel de Infantería reveló que para realizar la investigación de los hechos se nombró una comisión investigadora la cual se encuentra en el establecimiento penitenciario recabando toda la información al respecto para luego elaborar y presentar un informe detallado de la situación.

Enfatizó, que al ser informado de la fuga “inmediatamente se comenzaron a establecer los protocolos con el conteo y revisión de los privados de libertad que se encuentran en este centro penal”.

En este centro penal de Támara se tienen más de 7 mil privados de libertad, por lo tanto, se requiere un procedimiento para verificación del dato con mayor certeza, se realizó el procedimiento y se constató la fuga de los privados de libertad.

Sobre los avances de la investigación reveló, que hay diferentes hipótesis las cuales se encuentran en proceso de investigación, en este momento se encuentra una comisión investigadora la cual va a presentar su informe al terminar las pesquisas y de realizar todo el procedimiento investigativo que corresponde.

“Estamos pendiente de que esta comisión rinda su informe para poder dar la información al respecto con relación a los hallazgos que ellos hagan”, puntualizó.

Correccionales también “coladeras”

Solo este año varios episodios de fugas se han producido en Centros Pedagógicos de Internamiento, al igual de amotinamientos, incendios y un atentado contra un exdirector de la correccional Renaciendo.

Se reportó un conato de fuga en centro de internamiento Sagrado Corazón

El 24 de febrero se conoció de un conato de fuga en el centro de internamiento de niñas Sagrado Corazón. Afortunadamente la pretensión no pasó a más. Aquí las instalaciones han sufrido modificaciones, lo que permite un mejor control de las internas.

El pasado 26 de febrero, una docena de menores se fugaron desde el recinto El Carmen en San Pedro Sula. Algunos de ellos fueron recapturados días después, pero otros siguen prófugos.

En este suceso se informó que una carpintería que funciona a la par de la correccional sirvió para hacer un boquete en una de las paredes y protagonizar la fuga de los menores.

No hubo fuga de ningún menor del correccional de Jalteva asegura el Inami

En tanto, el 28 de febrero se produjo un incendio en el centro de internamiento de menores de Jalteva. No hubo incidentes mayores ni fugas. Sin embargo, un día después se conoció el escape de dos internos aunque varias horas después fueron detenidos.

El dato actualizado da cuenta de 349 menores recluidos en estos recintos, de los que la mitad son integrantes de maras o pandillas.

Los 349 internos están distribuidos en cinco correccionales: Renaciendo en Amarateca, Sagrado Corazón de María en la colonia 21 de Octubre, extensión de Renaciendo en el interior del Escuadrón Cobras, Jalteva en Cedros (Francisco Morazán) y El Carmen en San Pedro Sula (Cortés).

Problemas de seguridad e infraestructura

El secretario ejecutivo del Instituto Nacional para la Atención de Menores Infractores (INAMI), Felipe Morales, dijo que el personal que labora en los centros no tiene armas porque son prohibidas por normas internacionales, asimismo la seguridad en los anillos perimetrales están bajo responsabilidad de la Policía Nacional.

“El privado de libertad siempre está buscando la forma de evadir la restricción de libertad y pasan ingeniando las formas salir de los recintos”, afirmó.

Mencionó que en la zona de Cedros, donde se ubica Jalteva, se edifica un moderno centro de internamiento a un costo de 200 millones de lempiras provenientes de la Tasa de Seguridad y se prevé su finalización para septiembre de este 2020.

En este centro de internamiento se albergarán un poco más de 300 menores infractores. Contará con todas las especificaciones que hacen organismos internacionales para el respeto de los derechos humanos.

Consultado qué se puede hacer para mejorar la seguridad de los centros de internamiento, Morales apuntó que “se están mejorando los procesos, en los actuales recintos que poseemos el problema siempre ha sido su infraestructura y eso es lo que tratamos de resolver con el que se construye en Jalteva y otro más que se está readecuando en San Pedro Sula”.

Mencionó que es vital lograr la población adulta con los menores de 18 años, en vista que una reforma en 2013 al Código de la Niñez y la Familia que dice que cuando un infractor ingrese a cumplir una sanción siendo menor y supere los 18 años estando recluido entonces deberá estar toda la condena bajo el Sistema de Justicia Especial para Menores.

“El problema es que se hizo la reforma y el Estado no adecuó los centros para estos muchachos mayores de 18 años, y eso es lo que estamos tratando de resolver ahora mismo”, puntualizó.

El sistema penitenciario sufre una metamorfosis desde 2016, cuando fueron aislados peligrosos jefes criminales en cárceles de máxima seguridad, donde también se han producido sonados hechos violentos como el asesinato del capo Magdaleno Meza.

Se estima en un poco más de 22 mil reclusos la población penitenciaria hondureña.

Proceso Digital.

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