El reencuentro tuvo lugar a más de 4.000 kilómetros del centro de detención donde la madre afirma que un agente le deseó “feliz Día de la Madre” antes de separarla de su hija
La política de “tolerancia cero” que impulsó el presidente de EE.UU., Donald Trump, y que llevó a los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza a separar a niños y niñas de sus padres y madres y confinarlos en jaulas y centros ha generado dolorosas y polémicas imágenes que poco a poco, tras su revocación, han dejado paso a emotivos reencuentros.
Uno de los más recientes fue el protagonizado por la mujer guatemalteca Angélica González-García y su hija de 8 años, que, tras 55 días separadas, se fundieron en un intenso abrazo el pasado jueves en el aeropuerto Logan de Boston.
El reencuentro tuvo lugar, tal y como relata la CNN , a más de 4.000 kilómetros del centro de detención de Arizona, donde González-García afirma que un agente le deseó “feliz Día de la Madre” antes de separarla de su hija sin explicación alguna.
“Perdóname por haberte dejado sola. Perdóname, hija mía, perdóname”, se lamentaba amargamente la mujer fundida en un abrazo con su tímida hija ante la mirada de varias autoridades.
El encuentro tuvo lugar el mismo día en el que el secretario de Salud y Servicios Sociales, Alex Azar, anunciara el número de menores a cargo del Estado tras la separación de sus padres. Tal y como afirmaba, podría haber al menos 3.000 niños, de los cuales cerca de 100 niños son menores de 5 años.
Un equipo de 230 personas está realizando pruebas de ADN a familias de inmigrantes indocumentados que han sido separadas para cumplir con los plazos establecidos por la Justicia que hace ocho días ordenó reunificarlas, informaron hoy las autoridades.
”Tenemos a 230 empleados trabajando en las instalaciones del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), de una manera que no tiene precedentes, realizado análisis de ADN”, señaló el secretario del Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS), Alex Azar, durante una conferencia de prensa telefónica.
Azar explicó que el propósito de destinar semejante cantidad de personal para la elaboración de estas pruebas responde a la necesidad de confirmar “los parentescos de forma rápida y precisa”.
El funcionario aseguró que la Administración cumplirá con el plazo dado por la Justicia para llevar a cabo la reunificación de los niños con sus padres, aunque para ello el HHS deba “rebajar” sus estándares a la hora de evaluar la idoneidad de los padres o tutores que se harán cargo de los pequeños.
”Para poder cumplir con estos plazos, el HHS tendrá que rebajar su tradicional enfoque de elaborar una revisión profunda de la idoneidad y seguridad de los tutores en detrimento de un proceso más expeditivo”, advirtió Azar.
La Administración puso en marcha el pasado abril las llamadas políticas de “tolerancia cero” por las que los inmigrantes que cruzan irregularmente la frontera pasan a ser procesados criminalmente, lo que implica la división de familias con menores.
A mediados de junio, Trump decretó el fin de las separaciones de familias en la frontera debido a las duras críticas recibidas y optó por que los menores permanezcan detenidos con sus progenitores.
Desde entonces el Gobierno ha reunido a 538 niños con sus parientes, aunque quedan muchos por reunificar.
La Vanguardia
