El gobernante Partido Republicano de Armenia anunció este miércoles que apoyará la candidatura a primer ministro del líder de las protestas Nikol Pashinián
La oposición de Armenia puede presumir de estar a punto de lograr el cambio de Gobierno anhelado mediante una revolución pacífica que, durante varios días de protestas y acciones como el bloqueo de hoy de carreteras y vías de tren que paralizaron la capital, Ereván; salió a la calle para mostrar su apoyo al líder opositor. La presión de la “revolución de terciopelo”, como se conoce el movimiento, pareció estar más cerca de haber dado sus frutos cuando el gobernante Partido Republicano de Armenia anunció este miércoles que apoyará la candidatura a primer ministro de hombre que ha liderado las protestas, Nikol Pashinián, en la votación que tendrá lugar en el Parlamento el próximo 8 de mayo.
El líder del grupo oficialista en la Asamblea Nacional (Legislativo), Bahram Bagdasarián, dijo a la prensa que respaldarán a quien elijan los diputados, pero no especificó que fuera Pashinián, si bien este es el único candidato hasta ahora. “Si un tercio de los diputados nombra a un candidato común, nosotros le apoyaremos”, dijo Bagdasarián, que precisó que su formación no presentará a ningún candidato propio, agregó que “el 8 de mayo el país tendrá a un primer ministro elegido legítimamente”, lo que resolvería la crisis política actual.
De momento, Pashinián ha ordenado una pausa en la campaña de desobediencia civil mientras busca negociar y garantías de que el partido gobernante lo apoyará en la votación de la próxima semana.
Eso señalaría un cambio dramático en el poder en Armenia y causaría inquietud en Rusia, que ve al ex Estado soviético como un aliado estratégico y no quiere ningún cambio que pueda sacar al país de su órbita.
Pashinián, un ex periodista de 42 años que estuvo un tiempo en la cárcel acusado de fomentar disturbios, dijo que, a la vista de ello, el Partido Republicano concedía la derrota. Pero dijo que necesitaba estar seguro de que no era una treta.
“Mañana no realizaremos ninguna acción”, anunció Pashinián, que ha ganado un gran número de seguidores con su discurso contra la elite gobernante a quien acusa de corrupción y amiguismo, a decenas de miles de partidarios reunidos en la plaza de la República de la capital, al final de una jornada de protestas y bloqueos, en su mayoría, festivos.
“Descansaremos mañana. Trabajaremos en el parlamento y trataremos de obtener las garantías necesarias para asegurarnos de que las declaraciones del Partido Republicano son ciertas”. Instó a sus partidarios a escuchar más anuncios, diciendo que si las conversaciones no iban según lo planeado, será necesario volver a la calle. “Deberemos estar atentos”, agregó.
En una sesión extraordinaria celebrada ayer en el Parlamento armenio el Partido Republicano impidió la elección de Pashinián como primer ministro. El opositor, líder de las mayores protestas antigubernamentales en la historia de este país, obtuvo 45 votos a favor, ocho menos de los necesarios para ser investido primer ministro.
Pashinián, cuya candidatura fue apoyada por tres de los cuatro partidos con representación parlamentaria, necesitaba sin embargo el respaldo de al menos seis diputados del Partido Republicano para salir elegido. Dentro de una semana, para ser elegido primer ministro, Pashinián, que se ha autoproclamado “candidato del pueblo”, ha de contar con el respaldo de al menos 53 parlamentarios.
Según la legislación, la Asamblea Nacional debe convocar en el plazo de una semana una nueva votación, y si entonces tampoco se configura una mayoría necesaria, la Cámara se disolverá hasta la celebración de nuevos comicios.
Precisamente, la oposición defiende la elección de Pashinián de manera provisional con el argumento de que él es el único que puede garantizar unas elecciones limpias.
Armenia alberga una base militar rusa y está acurrucada estratégicamente entre Turquía y el exportador de energía Azerbaiyán, con el que ha estado en conflicto desde el colapso de la Unión Soviética.
Pashinyan dice que, si lleva al poder, mantendrá estrechos vínculos con el Kremlin. Pero Moscú es cauteloso porque Armenia podría seguir el mismo camino que Ucrania en 2014, donde se produjo un levantamiento para impulsar a nuevos líderes que acercaron a su país a Occidente.
Punto muerto
La crisis en Armenia ha enfrentado al movimiento de Pashinián contra una élite gobernante que controla el parlamento, el aparato de seguridad y cuenta con el respaldo de Moscú.
Durante el miércoles en Ereván todas las calles principales fueron bloqueadas por automóviles, minibuses y contenedores de basura. Los manifestantes marcharon gritando “¡Nikol! ¡Victoria!”, Ondeando banderas y tocando cuernos. La policía intentó persuadirlos para que abrieran las carreteras, pero no usaron la fuerza.
Tomado de La Vanguardia
