Ivanka Trump no convence en la cumbre anticorrupción

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La VIII Cumbre de las Américas celebrada en Lima esta semana se centró en el problema de la corrupción en América latina, que “tiene graves consecuencias para la gobernabilidad, el crecimiento económico y la financiación de servicios públicos”, según denunció Martin Vizcarra, el flamante presidente peruano en el discurso de apertura. Vizcarra, ex vicepresidente, acaba de sustituir en la presidencia a Pedro Pablo Kuczynski, acusado de aceptar financiación ilegal para su campaña presidencial de la constructora brasileña Odebrecht.

En todas las sesiones, Estados Unidos se ha presentado como un modelo de transparencia. Decenas de multinacionales de EE.UU., desde Coca Cola a Wal-Mart, participaron en la cumbre paralela del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y se ofrecieron como socios privados de los estados con el fin de eliminar la corrupción y promover la transparencia. Antes de su dimisión Kuczyniski, un estrecho aliado de Estados Unidos que habla el español con acento inglés, diseñó la agenda bajo la supervisión de la administración de Donald Trump, que se ausentó de la cumbre en el ultimo momento por la crisis desatada en Siria.

 Polémica

Varios participantes en la VIII Cumbre de las Américas están cercanos a casos de corrupción

 

Pero mas allá de los discursos pactados con Washington, pocos en Lima creen que EE.UU. sea el mejor modelo para una campaña anticorrupción en américa latina. Y menos en tiempos de Donald Trump. Esto quedaba nítidamente resaltado por la destacada presencia en la cumbre de Lima de la joven pareja Ivanka Trump y Jared Kushner, hija e yerno del presidente estadounidense.

“Es para morirse de risa que estén Ivanka y Jared en un evento que pretende combatir la corrupción”, dijo Nomi Prins, ex directora de Goldman Sachs que ha investigado a Kushner. “Estados Unidos esta presidido por un hombre asesorado por sus familiares, todos los cuales tienen empresas con marca, franquicias que forman un grupo privado global que se beneficia directamente de su papel publico”.

Ivanka, empresaria de la industria de moda, se ha convertido en la estrella mediática de la cumbre. Compareció en el evento del BID y en la Bolsa de Lima donde anunció una serie de iniciativas empresariales para promover el papel de la mujer latinoamericana. Ataviada de un vestido del diseñador Altuzarra que se vende por 1.700 dólares, fue presentada en la cumbre empresarial patrocinada por una decena de multinacionales estadounidenses como “una role model para las mujeres latinoamericanas”. El vicepresidente Michael Pence elogió a Ivanka como “una campeona grande” de la mujer en un discurso contra la corrupción durante la cumbre.

Kushner, el hombre fuerte de Trump en la Casa Blanca, se ha mantenido entre los bastidores de la cumbre. Pero se sabe que ha sido un intermediario clave para el gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto a través del amigo de ambos, el canciller mexicano Luis Videgrary, que ha acompañado al presidente en la cumbre. Videgaray y Peña han facilitado la impunidad de Emile Lozoya, el expresidente, acusado de recibir sobornos de Odebrecht.

(Ernesto Benavides / AFP)

La pareja Trump-Kushner cenó el viernes con Vizcarra y Luis Alberto Moreno, el presidente del BID en el restaurante de lujo Huaca Pucllana, junto a un importante yacimiento precolombino en Lima.

Difícilmente se puede considerar que Kushner e Ivanka Trump sean un modelo para la lucha contra la corrupción política o contra el trafico de influencias. El inmobiliario multimillonario Kushner, de 37 años, ha sido acusado de aprovechar visitas oficiales a Qatar y Beijín en representación de la administración Trump para buscar financiación para sus maltrechos proyectos inmobiliarios, como el rascacielos del numero 666 de la Quinta avenida en Manhattan, que arrastra una deuda de 1.600 millones de dólares.

Citigroup, uno de los patrocinadores de la cumbre empresarial del BID en Lima, facilitó un crédito de 325 millones de dólares a la inmobiliaria de Kushner en la primavera de 2017, “poco después de que Kushner se hubiera reunido en la Casa Blanca con el consejero delegado de Citigroup Michael Corbat”, según destaco entonces el New York Times. La pareja ha tenido que revisar 39 veces sendas declaraciones de renta al trascender que habían ocultado activos financieros por varios millones de dólares.

Tras una serie de investigaciones periodísticas sobre sus actividades “publico-privadas”, se especula que los días de Kushner en la casa Blanca están contados. “Jared es un conflicto de interés en forma humana. ¿Cómo no va a estar mezclando su posición publica y el acceso que proporciona para maximizar los beneficios de su negocio familiar”, dijo Prins.

De cierta relevancia para la Cumbre de las Américas, Ivanka era uno de los representantes de la Organización Trump, la multinacional inmobiliaria del presidente, cuando se negociaron inversiones importantes en América latina. Uno de ellos era el complejo hotelero y de apartamentos de lujo Trump Ocean Club, un complejo de torres de 70 plantas en la ciudad de Panamá. La inversión, supervisada por Ivanka, se realizo con la colaboración de inmobiliarios colombianos y brasileños presuntamente involucrados en el blanqueo de dinero procedente del narcotráfico. El brasileño Alexandre Ventura Nogueira, ha sido investigado en España por presuntos delitos de blanqueo de dinero.

En las ultimas semanas, Orestis Fintiklis, el socio cipriota de la organización Trump en la gestión del hotel, ha intentado forzosamente acceder a documentos confidenciales en el poder de la organización Trump, que incluyen información sorbe la financiación del inmueble inaugurado en el 2011 bajo la gestión de Ivanka. Según afirmó el mes pasado la periodista estadounidense Marcy Wheeler, colaboradora del New York Times, “la disputa (entre Fintiklis y la organización Trump) sobre el Trump Ocean Cclub en Panama parece estar relacionado con registros que pueden demostrar que Ivanka sabia que estaba involucrado en el blanqueo de dinero”.

Otro asunto quizás relevante para la Cumbre de las Américas es la casa en Washington que la pareja Kushner-Trump alquila por 15.000 dólares al mes . Es propiedad del hombre mas rico de Chile, Adónico Luksic, propietario de Antofagasta Minerals, la empresa minera más grande de Chile. Luksic ha sido investigado por evasión fiscal en colaboración con el actual presidente chileno Sebastián Piñera, otro político y empresario multimillonario que participa en la cumbre de Lima.

La mina de Luksic en la Sierra Gorda del norte de Chile abierta en el 2011 se benefició de una central de suministro eléctrico construida en el 2012 gracias a un préstamo por 10 millones de dólares facilitado por el BID. El mismo banco ha financiado también el consorcio Expande, un proyecto publico privado de tecnología minera en Chile, uno de cuyos socios es Antofagasta minerales.

Tomado de La Vanguardia

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