El diplomático no recurrió al clásico lenguaje velado: “Si Huawei obtiene la licencia para introducir la tecnología 5G en Brasil, eso tendrá consecuencias”, amenazó abiertamente el embajador estadounidense en ese país, Todd Chapman, en una entrevista con el diario brasileño O Globo.
Un día antes, el embajador chino en Brasil, Yang Wanming, había anunciado que el consorcio tecnológico Huawei abrirá un laboratorio para la tecnología 5G en Brasilia, en conjunto con la empresa “Telefónica Vivo de Brasil”.
En la encrucijada
La pugna por la tecnología 5G en Brasil pone en evidencia la creciente disputa geoestratégica y política entre China y Estados Unidos en el país más grande de Sudamérica, que se encuentra en una encrucijada. Es cierto que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, tiene la misma agenda política que Donald Trump. Pero, en el aspecto económico, el país depende entretanto más de China que de Estados Unidos.
Desde 2009, China relevó a Estados Unidos como principal socio comercial de Brasil. El gigante asiático invierte cuantiosas sumas en infraestructura, no solo en Brasil, sino en toda Latinoamérica. En 2019, los brasileños exportaron mercaderías por un valor de 62.000 millones de dólares a China. Sus tres principales productos de exportación son soja, petróleo y hierro.