El ciclón, de categoría 4, debería tocar tierra este jueves según los meteorólogos. Las autoridades ya han ordenado evacuar algunas islas
La oficina de Roy Cooper, gobernador de Carolina del Norte, reconoció que ya se están sintiendo los efectos de Florence. La costa del Estado presenta fuertes marejadas, corrientes y oleaje. “Todos en Carolina del Norte deben mantenerse atentos a Florence y prepararse para su impacto más avanzada la semana”, advirtió Cooper. “No queremos arriesgar una sola vida en Carolina del Sur”, dijo el governador Henry McMaster en una rueda de prensa donde ordenó la evacuación completa del litoral para mañana martes.
El despacho de Ralph Northam, gobernador de Virginia, calificó el huracán como “el más importante en décadas” para el Estado, y advirtió de la posibilidad de “inundaciones catastróficas, fuertes vientos y posiblemente amplios cortes de energía”. “La mayor amenaza de los huracanes no son los vientos fuertes, sino que las inundaciones son la consecuencia más mortífera de estas tormentas”, agregó.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló un mitin programado para el viernes en Jackson, Mississippi, por seguridad. La ciudad es una de las posibles víctimas de los vientos y agua que arrastra Florence.
Septiembre es el mes más activo para los huracanes en el Atlántico. Actualmente hay otros dos huracanes circulando pero que aún no suponen una amenaza: Isaac, que está camino de atravesar las Antillas Menores (que incluyen a Barbados y Santa Lucía) y Helen, categoría 2, que se encuentra al sur de las islas de Cabo Verde, en la costa noroeste africana.El País/Antonia Laborde.