El Presidente Hernández solicita a Almagro su apoyo para que a través de la MACCIH se establezcan las famosas “mesas de diálogo” destinadas a abordar temas sensibles tales como el combate a la corrupción que abate al país; sin embargo, la OEA no desconoce que para ello se requiere además de voluntad política, la derogación de aquellas leyes que protegen los “secretos de Estado”.
Son estas leyes las que permiten que continúe la corrupción y generen impunidad pues permiten encubrir negocios millonarios en los que participan funcionarios de instituciones gubernamentales, militares y policías de alto nivel, representantes de iglesias y organizaciones no gubernamentales así como empresarios grandes y pequeños que forman parte de la nueva burguesía que domina el país. Denia León
La Tribuna
El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, envió una carta al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para que se restablezcan mesas de diálogo y que las controversias surgidas se resuelvan en base al convenio con la OEA para la creación de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad (Maccih).